lunes, 29 de octubre de 2012

INDIA

India
Nos toca ahora la última etapa de nuestro viaje: la India.
El 27 de septiembre nos separamos de nuestros compañeros de trekking y tomamos un vuelo de Air India a Nueva Delhi. El vuelo fue impresionante por las montañas que íbamos viendo a nuestra derecha: enormes, imponentes, toda una cadena espectacular que nos acompañó durante casi todo el vuelo.
Felizmente llegamos a Delhi donde luego de los trámites de migraciones (que nos pusieron un poquito nerviosos por las dificultades de comunicación y el hombre que daba vueltas con los pasaportes) salimos del aeropuerto donde se iniciaba la etapa fashion del viaje.
Nos esperaban con cartelito con nuestro nombre y casi nos infartamos al llegar al hotel (no sé si tanto por el hotel o por el contraste con lo que veníamos viviendo… pasamos de 5to. Piso por escalera a 10° piso con ascensor panorámico). Nos acomodamos y en seguido salimos a hacer nuestro recorrido por Delhi.
De ninguna manera este primer contacto fue lo que pensábamos de la India, porque iniciamos nuestra visita por la parte nueva de la ciudad. Grandes y  anchas avenidas totalmente arboladas que le dan una perspectiva majestuosa a esta parte de la ciudad. En esta zona se encuentran todas las embajadas, la casa del presidente, ministerios, el parlamento, la Puerta de la India (que los ingleses construyeron en memoria de loa caídos en la primer guerra mundial) etc. Todos los edificios de gobierno son monumentales  y con grandes escalinatas, columnas, y perspectivas.
Esta parte nueva de la ciudad se diseñó cuando los ingleses trasladaron la capital de la India en 1911, de Calcuta a Delhi, y le encargaron el diseño al arq. Lutyens.
Nuestra primera visita fue al minarete Qutub (Qutab Minar) que es el alminar de ladrillos más alto y  tiene una altura de 72,5 ms. Y su diámetro en la base es de 14 ms. Se inició su construcción en 1193 y se terminó en 1368, y a su alrededor hay una serie de edificios. Tiene como cinco niveles con distinto trabajo, y toda la piedra de arenisca roja está trabajada con caligrafía musulmana y otros diseños. Algunas columnas que fueron tomadas de antiguos templos hindús forman parte de algunos edificios pero les sacaron las cabezas a las figuras, por cuanto las figuras no son admitidas en las obras musulmanas.
Después fuimos a la Tumba de HUmayún, la primer tumba mogol que visitamos. Impresionante mausoleo de forma octogonal en el medio de unos jardines enormes, hecha de arenisca roja con incrustaciones de mármol blanco y negro. Algunos dicen que es precursora del Taj Mahal. Había una puerta de entrada gigante con una puerta de madera altísima. Fue construida por la viuda del emperador Humayun en 1574.
Después fuimos a un gran templo Sik, creo que el más grande de la ciudad, donde tuvimos que sacarnos los zapatos y cubrirnos la cabeza. Se subía unas grandes escaleras y en el centro había como un templete sobre el libro sagrado, y músicos tocando alrededor. La gente va entrando, y muchos se quedan sentados en el piso, otros van pasando a tocar el libro y siguen. A la salida te ofrecen un dulce, que forma parte de las ofrendas de la gente. Nuestra guía nos contó que los sik deben cumplir con 5 deberes: no cortarse el pelo (por eso lo envuelven con los turbantes), tener un peine, una pulsera de metal, un cuchillo y un calzón; y que son muy buena gente y solidarios.
También fuimos a un templo hindú que había sido construido por una familia y llevaba su nombre “Birla Mandir”. Era muy importante, y se lo veía bastante lujoso.
Después nos dejaron cerca del hotel porque queríamos caminar un poco y comer algo fuera del hotel. Dimos unas vueltas, comimos y nos volvimos caminando.

Delhi- Samode- Jaipur. 28 y 29 de septiembre
Nos levantamos y tomamos un desayuno espectacular. A las 8 nos buscaban para empezar nuestro viaje para hacer el Triángulo de Oro.
Nuestro chofer se llamaba Ashok y era un hombre muy correcto.
Empezó nuestro viaje y la verdad que la primer parte no era muy pintoresca, ciudades bastante como industriales y llevó unas cuantas horas hasta llegar a un paisaje más rural.
Ya fue casi llegando a Samode donde se veían pueblos más pintorescos, las mujeres siempre vestidas con colores fuertes, caminando, llevando sus cosas, los hombres muchos afuera, siempre en ronda, en el piso o en cuclillas, jugando o descansando en los catres que sacan afuera.
Llegamos al palacio de Samode, 40 km antes de llegar a Jaipur donde recorrimos las distintas habitaciones, entre las cuales se destacaba el salón de los espejos, donde el guía nos saco varias fotos simpáticas, incluso con turbante de maharajá. Después comimos en el comedor, con una vajilla de la época, todo bastante simpático.
De allí continuamos nuestro viaje hacia Jaipur, la capital de Rajastan, conocida   como la ciudad rosa, donde nos alojamos en el Hotel ITC Rajputana: espectacular. Era tan lindo que César quiso quedarse allí y no salir a comer. Nos fuimos a la pileta donde los murciélagos también se daban u  chapuzón, muy gracioso. Alrededor de la pileta también había unos músicos que tocaban música india de fondo.
Al día siguiente era nuestra recorrida por Jaipur. Jaipur es una ciudad amurallada (la parte vieja) con 10 puertas. Dimos una vuelta por allí para ver el Palacio de los vientos que era parte del Palacio de la ciudad, y es en realidad es una fachada de cinco pisos, de celosías que servían para que las mujeres pudieran mirar sin ser vistas.
Fuimos temprano hacia el Fuete de Amber a dónde subimos a lomo de elefante ¡!!! Divertido ¡!! Una fila de elefantes subiendo hasta el palacio. Amber era la antigua capital del estado de Jaipur. El palacio es muy grande, amurallado rodeado por el pueblo viejo de Amber , sobre un lago. Fue construido por Jai Singh Se entra a un gran patio, está la sala de audiencias públicas, la de audiencias privada, y recorrimos las distintas habitaciones, sobre todo las de las esposas y concubinas y las de él. Tiene una vista muy linda desde lo alto de la colina.
Volviendo hacia Jaipur hay un lago con un palacio en el centro que era el palacio de verano y ahora está siendo arreglado para convertirse en hotel.
En Jaipur también visitamos el Observatorio Astronómico (Jantar Martar), que es uno de los cinco que Jai Singh construyó en la India (1728). La verdad que tienen muchos instrumentos interesantes: reloj de sol, los signos del zodíaco, etc.
El palacio de la ciudad también es muy interesante y tiene un patio con 4 puertas decoradas muy lindas. Parte del palacio todavía es propiedad de la familia del maharajá.
Una vez que recorrimos todo, nos quedamos solos para comer y caminar por el bazar.
Fuimos a comer a un restaurant Niro¨s que yo había visto en una guía vieja. Nos dijeron que era bueno y que la gente india iba. Comimos muy bien, siempre pidiendo lo que no fuera “hot”, y lo más curios fue cuando al pedir el café me lo trajeron en una cafetera con lechera de una plata inglesa pesada, con el nombre del restauran grabado. La verdad que allí se notaba algunas de las cosas que les quedaron de la época inglesa. César de postre pidió “tulfi” como un helado aunque no sabemos bien de qué.
Después nos pasamos la tarde hasta la noche caminando por las callejuelas del bazar, comprando, regateando, mirando, todo un programa. Fuimos a comer a otro donde nos recomendaron la pizza, y también César pidió “dosa” que era como un panqueque enorme, crujiente, con un poco de relleno en el medio y salsitas para acompañar. No sabíamos muy bien como comerlo, creo que había que doblarlo, pero fue divertido.

Jaipur- Agra. 30 de septiembre- 1° de octubre
Salimos de Jaipur rumbo a Agra, y en el camino Ashok para frente a u puestito de unos que vendían alfombras. Nos dice que vienen de un pueblito a vender directamente y después de mirar y regatear, finalmente compramos una alfombra como de arpillera linda, y no tan grande.
Yo había leído de unos pozos de agua (baori)que había en el camino en un lugar llamado Abhaneri. Le pedimos a Ashok que nos llevara y resultó de lo más interesante. Era un pozo cuadrado, escalonado, de 13 niveles, rodeado de una galería con arcadas, y al lado hay un  templo de Harshat Mata .
Seguimos el viaje hacia Agra, y nos alojamos en el hotel Sheraton, espectacular donde encima nos dieron una suite imperial impresionante ¡!!!!!!! 
Al día siguiente nos levantamos temprano para ir al Taj Mahal antes de que se llenara de gente (lo que de todas formas ocurre).
El Taj Mahal verdaderamente nos impactó, es impresionante, su tamaño, todo blanco y que se destaca imponente sobre el cielo. Todo el entorno ayuda a que se destaque, los caminos que te conducen, las plantas, los canales y fuentes de agua. Todo está dividido en 4: 4 puertas de acceso al predio, los 4 canales, todo es simétrico. Está construido a orillas del río Yamuna.
Al este tiene una mezquita y del otro lado hay un edificio igual por la simetría.
Lo más increíble es que semejante edificio es sólo un mausoleo construido por Shah Jahan para su esposa Mumtaz Mahal quien había muerto al dar a luz a su 14 ava. hija. Su construcción se empezó en 1630 y tardaron 22 años en terminarlo. Es todo de mármol blanco y tenía incrustaciones de piedras preciosas
El hijo de Shah Jahan, mató a sus hermanos  y encerró a su padre en el fuerte de Agra para quedarse con el poder, y su padre murió en 1665 contemplando la tumba de su esposa. El también está allí.
La cantidad de gente que circula por este magnífico edificio es impresionante, incesante la cantidad de gente que entra. Por supuesto hay que descalzarse.
Luego fuimos al fuerte de Agra, que es donde fue encerrado Shah Jahan. Tiene sala de audiencias pública, privada, salón de espejos, mezquita. Este fuerte fue construido por Akbar entre 1565 y 1573 (abuelo de Shah Jahan)
También fuimos cruzando el río Yamuna a otro mausoleo, Itimad-Ud-Daulah, anterior al Taj Mahal pero con la misma idea de tumba en el medio de jardines.
Por último fuimos a conocer una de las Casas de la Madre Teresa, ya que en algún lado había leído que en Agra había una. Llegamos y estaban rezando en la capilla, así que entramos a rezar. Era un grupo de niños y jóvenes, muchos se notaba con cierta discapacidad. Cuando terminó la oración, apareció una de las Hermanas con su clásico sari celeste y blanco y nos mostró la casa. Ellas se ocupan de niños, mujeres y hombres con discapacidad mental y algunas físicas. Impresionante, y son sólo 4 hermanas, y alrededor de 20 personas que trabajan, cuidando a 200. Fui muy lindo haber podido conocer aunque sea un rato una de estas casas de la Madre Teresa.

Agra- Delhi. 2 de octubre
Este ya es nuestro último día en la India y teníamos que llegar a Delhi para conocer un poco más.
Salimos de Agra temprano, y le pedimos a Ashok que nos llevara a conocer Sikandra que es la tumba de Akbar, hijo de Humayún.  Para llegar al lugar del féretro hay que pasar por un túnel medio inclinado hacia abajo, y en el recinto hay un eco importante.
De allí continuamos el viaje hacia Delhi, adonde llegamos cerca de la 2 de la tarde. Nos encontramos con nuestra guía y fuimos primero al Fuerte Rojo. Como era feriado estaba lleno de gente. Es fuerte es muy grande con sala de audiencia pública, y privada, las habitaciones, palacios de verano por donde corría el agua, etc.
De allí fuimos a la parte vieja de Delhi, y a la mezquita Jama Masjid que es enorme, la más grande de la India. Fuimos en rickshaw por la zona vieja, del mercado, aunque muchos negocios estaban cerrado por ser el Día de la no Violencia (el día del nacimiento de Mahatma Gandhi).
Después fuimos al Raj Gaht, a orillas del río Yamuna, lugar de la cremación de Mahatma Gandhi. Fue muy lindo porque como era el aniversario de su nacimiento estaba lleno de gente y de flores. Había un grupo de seguidores que cantaban en contra de la corrupción.
A orillas del río hay otros lugares especiales donde se cremó a personalidades del país como Indira Gandhi.
Ya nuestro viaje estaba llegando a su fin. Nos fuimos rápido a comprar algunos regalitos que faltaban, y a comer a un lindo lugar que nos llevó Ashok, aunque no pudimos brindar con vino de la India, porque por ser el Día de la No Violencia, no se vendía alcohol en ningún lado ¡!!!!!!!!!
De allí al aeropuerto, donde a las 4 am del 3 de octubre empezó nuestro regreso. Llegamos a la Argentina el 3/10 a las 20 hs. aprox. Después de más de 24 hs. de viaje. Fue un viaje espectacular, lleno de vivencias y nuevas experiencias, que disfrutamos mucho ¡!!!!!!!!!!!
 ULTIMOS DIAS EN NEPAL
Tengboche (3860 m)-Monjo (2835 m) 22 de septiembre
Estoy escribiendo ya de regreso en Salta para tratar de que quede algún testimonio con la última parte del viaje. Aunque la memoria es medio floja trataré con ayuda del mapa y de mi libretita de plasmar lo más importante.
Salimos de Tengboché a las 7.20 de la mañana después de desayunar. Algunos caminaban más rápido, César y yo íbamos más despacio sacando fotos, mirando más tranquilos o quizás más cansados…
A las 8.20 estábamos abajo en el río cruzando el puente en Phungi Tenga. Qué rápido bajamos lo que a la ida nos costó tanto subir ¡!!
Seguimos caminando y a las 9.45 paramos a tomar un té en Amadablan Lodge (3685 m) desde donde teníamos una vista espectacular del Ama Dablan, del valle, de los pinos… todo el camino precioso.
En el camino Dil vio un ciervito caminando en la ladera cerca de nosotros, hicimos silencio y todos pudimos acercarnos bastantes, sacar fotos y filmar sin que se asustara.
También cruzamos un grupo grande de la TV de Venezuela que iban con un grupo de niños/adolescentes de Venezuela y de Nepal, con quienes iban a subir al Island Peak y hacer una serie que creo se llamaba “Por nuestros niños” a algo así.
El día era largo porque queríamos llegar a dormir a Monjo para que no nos quedara un último día tan largo para llegar a Luckla. Así que rápido continuamos la caminata para llegar a almorzar a Namche Bazar- Nosotros llegamos un poco después que el grupo, junto con Dil que nos fue esperando.
Fuimos a almorzar al mismo lugar donde nos alojamos y elegimos “hamburguesa de búfalo”!!! Queríamos algo de carne después de tantos días de verdura, arroz y fideos. Fueron muy ricas, y algunos fuimos a internet a mandar fotos y relatos, para volver a salir a las 13.30 rumbo a Monjo donde llegamos 15.30.
En el camino de lejos vimos el hotel de los japoneses (el que tiene linda vista aunque nosotros no la pudimos disfrutar el día que fuimos), y otro hotel muy lindo que Dil me dijo que era de una empresa de Europa que traía allí a sus clientes. Toda la vista del camino que ahora estaba despejado, era muy linda: bosques, calles, ríos, pinos, las estupas a cada paso, los muros sagrados, las banderas de oración…
Nos alojamos en un lugar  muy lindo con jardincito y lo más importante de todo: baño privado en cada habitación ¡!!!!!!!!!!! Todo un lujo al que nos habíamos desacostumbrado. Algunos casi nos arrepentíamos de haber pagado el día anterior la ducha en Tengboche.
Mientras tomábamos mate en el jardín un grupo desembarcaba miles de bolsos de una expedición medio heterogénea que llegaba al mismo lugar. Había una neozelandesa que hablaba español muy simpática que hablaba con “Pablo Jo”.
Caminamos un poquito por el pueblo que era chiquito, cenamos con cerveza y nos fuimos a dormir.
Monjo (2835 m)- Luckla (2840m) 23 de septiembre
Salimos de Monjo a las 7.50 y llegamos a Luckla a las 12.30, habiendo parado a tomar un té en Pacding (el lugar donde paramos a dormir el primer día).
Ya era nuestro ultimo día de caminata, así que a disfrutarlo ¡!! En estos últimos días el movimiento era mucho mayor que cuando empezamos nosotros. Allí la temporada fuerte es octubre y noviembre, y se notaba la diferencia en la cantidad de grupos que subían, lo mismo que en la cantidad de porteadores subiendo las cosas más inverosímiles: entre ellas un freezer cargándolo en la espalda ¡!!!!! Impresionante ¡!!!
La verdad que a mí me impactaba mucho que la gente cargue tanto, con tanto sacrificio, y me preguntaba por qué no usan más animales. Nuestro guía me decía que “deben hacerlo, si no, no hay dal bat (comida), no hay dinero”, en una suerte de destino inexorable, y porque por otra parte es su único ingreso.
En Luckla nos alojamos en el alojamiento adonde desayunamos el primer día, almorzamos, nos acomodamos y salimos a caminar un poco por el pueblo, comprar algunos recuerdos (como las campanas de los yak) y distraernos.
Como siempre decíamos que no había que hablar de más, porque siempre alguien entiende español, esta vez la que metió la pata fui yo ¡!!! Estábamos almorzando y en el comedor había tres mujeres con cara de embole total y sin moverse, lo cual no parecía muy lógico en Luckla donde o está s contento porque inicias el treking o estas contento porque lo terminaste. Entonces digo “y estas mujeres, qué onda ¿??” y una de ellas en español me cuenta que ella española que vivía en Londres estaba con sus amigas (una de Londres y otra de Tanzania) esperando una valija extraviada y por eso no podían iniciar el trecking (por eso la cara de embole…) Las pobres no sé hasta cuando habrán esperado para empezar y los días corrían. Hacía un año habían hecho el Kilimanjaro, y traían una carpita redonda para baño propio de lo mal que lo habían pasado allí.
A la noche Dil y los porteadores organizaron una comida de despedida con una torta para festejar. Todos escribimos dedicatorias en los planos del recorrido, y les agradecimos mucho por su compañía y buena onda. Estuvo lindo como despedida.
Nos esperaba el interrogante respecto de la salida del avión, porque si el clima no era bueno  íbamos a tener que esperar…

Luckla- Katmandú 24 de septiembre
El día amaneció medio nublado, así que no sabíamos si saldríamos o no.
Que todo listo, que desayunábamos, que no desayunábamos, que no se sabía… gran interrogante ¡!!
Como parecía que no salíamos empezamos a desayunar, y en eso …llegó el avión ¡!! A dejar todo y salir corriendo para subir al ´primer avión ¡!!!! Gracias a Dios, y así lo sentí al menos yo unos días después al enterarnos de la caída de un avión haciendo este recorrido, llegamos a Katmandú sanos y salvos ¡!!!!
La verdad que fue una hermosa experiencia en todo sentido: el caminar por lugares tan espectaculares, con un grupo de gente con una súper buena onda, conocer una cultura tan distinta, compartir momentos, comidas, rezos, y llegar al Campo Base del Everest, la verdad que todo, una experiencia que nunca había pensado tener ¡!!!!!
Como volvimos un días antes de lo previsto, nuestro hotel en Katmandú estaba ocupado y tuvimos que ir a otro a una cuadra. Después de acomodar las cosas, y bañarnos, salimos a tomar algo y a caminar por la ciudad. Ese día recorrimos la Durbar Square que es la plaza central alrededor del Palacio (Durbar) lleno de templos con distintos decorados e imágenes, casi todos en ladrillo y madera. En algunos se pueden observar las tallas eróticas. Está la casa de la Niña Diosa Kumari, y unos días después vimos los preparativos de la fiesta anual en que es la única vez del año que sale a la calle. También compramos algunas artesanías y volvimos caminando por el centro viendo distintos negocios, sobre todo de venta de saris.
A la noche fuimos al Bar Tom & Jerry, donde habíamos estado el primer día. Tomamos algo y algunos bailamos un rato. Buena onda para ir terminando el viaje ¡!!!
25 y 26 de septiembre. Katmandú
Ese día quedamos en encontrarnos con Ram (de la agencia) que nos llevarían a conocer Patan. Patan era otro de los reinos del Valle de Kathmandú, pero que ahora quedó integrado a la ciudad. También allí hay una Durbar Square, alrededor de su palacio y muchísimos templos también medievales.
El movimiento en la ciudad de Kathmandú es indescriptible: es todo una mezcla de ruidos, gente, templos, santuarios, vacas, monos, bicicletas, rickshaws, colectivos. No existe una calle sana, tampoco la higiene es una de sus características. Sobre todo en la zona del Tamel, donde estaba el hotel, es un laberinto de calles sin planificación, lleno de negocios que van desde sacos pasando por la carnicería y pescadería callejeras, y el peluquero bajo el árbol ¡!!!!!!!!!!
Y lo más impresionante, templos, santuarios, templitos, a cada paso, y la gente lo integra a su vida en forma natural y de manera cotidiana: pasan, se pintan la frente con tika, dejan una flor, prenden una vela, y siguen… y viene otro… y pasa un santón… y otro templo escondido, y uno nuevo en otra callejuela. Muy impresionante ¡!!!!
Ese día almorzamos en Patán en un restauran en primer piso sobre la plaza, desde donde veíamos todo este movimiento loco.
De allí nos fuimos a Pashupatinah, que es el río sagrado donde los hindúes creman los cuerpos de sus muertos en unas ceremonias que hay que pensar desde lo que significa para ellos porque para nosotros es tan distinto que a muchos les impresiona. Nosotros estábamos del lado del frente del río y desde allí podíamos mirar las ceremonias: se ubican en unas escalinatas que bajan al río, tren los cuerpos que lavan en el rio, envuelven, ponen flores naranjas, y luego empieza la cremación que dura varias horas. Es la manera en que el alma puede liberarse del cuerpo para reencarnarse.
Esa tarde fuimos a ver también las buenas tiendas de ropa de montaña, donde todo era bastante caro pero muy lindo.
A la noche fuimos con Ram, Dil, Nando y nosotros a comer a un lugar donde comimos comida tibetana muy rica. Lo increíble de Katmandú es que por la calle no ves ningún lugar que parezca que vale la pena, pero te metés por un pasillo y llegás a un centro de manzana espectacular donde comes al aire libre, mirando el cielo y con un silencia increíble ¡!!!
El último día era el día que queríamos dejar para comprar cada uno los reglaos que quería traer. Salimos todos juntos pero al poco rato ya nos desencontramos. Intentamos reencontrarnos, pero como no lo logramos, César y yo seguimos solos. Queríamos comprar varias cosas para los chicos y nos iba a dar trabajo. Dimos varias vueltas porque algunos negocios que había visto el día anterior no podía encontrarlos de nuevo, sobre todo uno de linda ropa para las chicas. Dando vueltas llegamos a una zona donde veíamos a las mujeres comprando las telas para los saris. Me acerqué tímidamente y no entendía nada, pero logré preguntarle al vendedor por los de seda, y me mandó al tercer piso. Llagamos y allí, el vendedor atendía una mujer bastante elegante y desplegaba miles de telas sobre el colchón blanco. Un espectáculo increíble y las telas que a mí me parecían de fiesta por los brillos, ellas las usan todos los días. Después de semejante despliegue, compré dos saris muy lindos que ya veremos quién usa…
Caminamos y nos cansamos mucho, compramos varias cosas y a la tarde volvimos a encontrarnos con nuestros amigos, con quienes volvimos a las tiendas de montaña y después a comer.
Terminamos nuestro viaje tomando algo en un bar onda Bob Marley con unos personajes entre hippies de los 60, trasnochados, faloperos, turistas, etc.



viernes, 21 de septiembre de 2012
















Sigue relatando Cesar
Hoy comienzo el relato ya que no tengo sueño.
Estamos en Namche Bazar  una ciudad que nació del comercio entre China y Tibet, un gran centro de intercambio entre las montañas. Hoy es el día de aclimatación tanto física como espiritual ya que vamos a ir a un monasterio budista.
Quiero comentar un poco del grupo, ya que poco se hablo. Estamos con Pablo y Rolo, dos médicos uno pampeano y otro mendocino, el primero trasplantado renal y el segundo diabético. Rolo como buen cirujano muy detallista y Pablo más cambalachero. Los dos muy entrenados y buenos montañistas. Maricel de La Pampa, llego al aeropuerto sonriente y su sonrisa sigue hasta ahora.   Creo que tenia la alegría que teníamos todos de iniciar este viaje, que creo ninguno se imaginaba que lo podía hacer hasta hace poco tiempo.  Muy simpática y es una montañista fanática que vive actualmente en Bariloche. Luego Mariano Alonso, nuestro amigo pampeano que tuvo la gran virtud de convencernos para este viaje alucinante- Nos acompañan Fernando, un español,  que como buen europeo sabe mucho de esta cultura y costumbres, ex paracaidista militar y hoy se dedica al turismo en Asia.. Cada uno con su historia que se va desgranando a medida que caminamos .Por último el guía local Dil, el cual es muy respetuoso y correcto de 27 años.
Desde que partimos, la ansiedad y un poco de miedo, nos hizo llegar súper temprano a los aeropuertos, de Salta como Ezeiza, a tal punto que en Ezeiza ni los empleados de la línea aérea habían llegado.
El vuelo fue bárbaro. En Qatar nos sorprendió el desfile de gente insólita de todo el planeta, Pablo y Maricel lograron unas fotos de muchas caras que espero compartir. Ella se ponía de modelo y Fernando apuntaba su zoom a la “modelo internacional” para que no se den cuenta que los estaban fotografiando. Hasta que un personal de seguridad pidió que no sacara fotos del aeropuerto.
Llegamos a Katmandú  y el aeropuerto de ladrillo a la vista, tiene una escala más familiar y menos monumental, aunque moderno, bastante mal mantenido. No se ve una sola computadora, todo es a mano y funciona bien. Nos controlaron los tickets del equipaje en la salida.
 Salimos y ya la gente y el tráfico era lo que nos habían contado, un desorden total. Llegamos al hotel Moonlight, razonablemente bueno, con habitaciones de distinta categoría. Estamos muy cómodos ahí.
Kathmandu me hace acordar a la villa de Retiro, con edificios de media altura, hasta tres pisos, en mal estado, como si la mayoría sumo pisos a medida que pudo. Es una ciudad muy desordenada, que creció como se pudo, similar a las ciudades medievales europeas, por eso el caos de tráfico, aunque dicen que en la India es peor.
Visitamos varios templos y programamos mas visitas para la vuelta.
Esa tarde nos juntamos en la agencia que nos organizo el treckking y pagamos la parte con tarjetas. La anécdota es que sobre la mesa de reuniones donde estábamos había una botella de vino con un “aparato” que la contenía, que era un juego de ingenio para abrirlo y sacar la botella. Rolo comenzó a ututear a ver si lograba sacarla mientras Ram, de la empresa, le comentaba que hacía 2 meses que nadie la pudo sacar. Con más énfasis Rolo trato de sacarlo dejando a un costado la botella para firmar su tarjeta, y yo miro la botella y toco una parte y se desarma todo y saco la botella ante la mirada atónita de Ram, que no podía creer lo que había logrado. Así que nos llevamos el vino que era griego para festejar en nuestra caminata. Nos reímos como locos del golpe de suerte que tuve.
Esta es una ciudad con el menor índice de violencia del planeta según nos cuenta Fernando, ya que los robos son castigados tan fuertemente por la sociedad que casi no existen, ni vandalismos. Todas las calles están llenas de pozos, pero todo el mundo circula y nadie se queja.
Luego nos fuimos a Lukla en avión. Llegamos al aeropuerto y luego de los trámites de rigor una combi nos acerco al avión, perdón avioneta, bimotor, que era de los más antiguo que he visto. Lo sorprendente fue que la piloto era una mujer, ya que habíamos visto en obras de construcción a mujeres que trabajaban de carretilla, es decir un hombre con una pala le cargaba el canasto que llevaban en la espalda a las mujeres que transportaban la arena a otro sector de la obra. Increíble. Y aquí piloteaba un avión una mujer que aterrizaba en un aeropuerto rodeado de montañas y con la pista en declive ascendente. El aterrizaje fue increíble y el paisaje desde el aire impagable.
Desayunamos y partimos a Pakding en un paisaje tipo Bariloche pero mucho más potente, bordeando un rio de montaña que viene con una fuerza tremenda. Todo está verde y húmedo, el sendero de piedra en perfectas condiciones y puentes colgantes para cruzar el Rio.
A partir de ahora la caminata invita a reflexionar, sobre todo con este paisaje y de a poco las charlas y comentarios entre el grupo y guías se hace más intensa y compartida. A pesar del aislamiento, vemos como porteadores llevan las cargas como hormigas a distintos pueblos. Cada porteador puede llegar a llevar 70kg. Impacta mucho ver gente transportando piedras, o tablones de madera.
Rolo comenzó a sentirse mal y Fernando y yo que estaba atrás lo esperamos mientras el pedía un baño. Sentados en una piedra Fernando me cuenta que estuvo casado seis años, cuatro de novio, dos de convivencia y seis de casado. Hasta que no le encontraron sentido a seguir juntos. Las últimas palabras dejaban unos silencios de tristeza. Yo al lado, justo el día de nuestro aniversario, escuchaba esta historia donde a veces pienso en que magia hará que  encontremos sentido a estar juntos 25 años – Proyectos de vida…….que se yo-
Seguimos caminando y vemos a un grupo de albañiles trabajando en la calle y ve a uno de ellos al cual le cargaban en la espalda una gigantesca piedra, la cual transportaba a unos cien metros más adelante. Los chicos me comentas que al colocarle la piedra en la espalda el hombre vomitaba... Las piernas flaquitas impactaban y la dureza del trabajo.  Unos metros más adelante, en una terraza nos esperaban para el almuerzo. El comentario de todos era la lo que habíamos visto antes. Todo es parte de los contrastes de este país.
Nos acostamos un rato, que se alargo casi hasta la noche, ya que veníamos mal dormidos de Kathmandu.  Comimos muy bien, brindamos con el vino griego…todo un lujo en este lugar. Nos fuimos a dormir, y el silencio total me desvelaba. Estaban Clara, Juan, Belén y Francisco con nosotros. Se terminaba el aniversario--------
Salimos rumbo a Namche Bazar. Un paisaje increíble, cruzando puentes colgantes, etc.  El lugar es increíble, y parece lógico que haya tanta gente mística en la zona. Todo invita a reflexionar, meditar….me viene a la memoria Coti y mi ahijada Carolina, monja de clausura.
En Namche tuvimos un día de recorrida (aclimatación) pero caminamos mucho. Fuimos a un mirador donde por suerte vimos el Everest y el museo de Hillary, donde hay una foto de Peter Habeler. Luego fuimos Khunjung, un pueblo hecho por Hillary de Sherpas. Muy prolijo, parece suiza. Almorzamos en lo de un amigo de Dil, el guía, que tiene un Lodge. El amigo es Sherpa y subió dos veces el Everest y dos el Cho Oyu. Nos comentan que los sherpas que viven ahí ganan mucha plata, varios trabajan en Europa y mandan sus hijos a colegios buenos en Katmandú-La obra de Hillary es impresionante.
Visitamos un templo Budista, la escuela y volvimos al hotel para organizar la salida a Tengboche y visitar el mercado o feria local donde venden comestibles y a veces hacen trueques.

15 de septiembre. Namche Bazar-Tengboche
Salimos a las 7.30 de Namche (3440ms) después de desayunar. Nuestro guía Dil nos había dicho que el trayecto era de una bajada hasta los 3250 ms. Y después una subida hasta llegar a Tengboche a los 3850 ms.
El camino fue todo un bosque de pinos y rododendros con unos verdes impresionantes, que fue bajando hasta que llegamos a Punghi Thanga a 3250 donde cruzamos un río espectacular a través de un puente colgante muy largo. Desde allí comenzó una subida constante, linda, y cansadora de 900 ms de desnivel, hasta que finalmente llegamos a Tengboche. Lo hicimos en menos tiempo que el previsto (4 hs. En lugar de 6) nuestro guía dice que somos “very strong people”.
Nos alojamos en un albergue agradable desde donde se veía el monasterio budista al que íbamos a ir en la tarde. Almorzamos y a las 3 nos fuimos al monasterio a compartir las oraciones con los monjes. Una experiencia nueva, nunca vivida por lo menos por nosotros. Rezan unos mantras que van repitiendo en distintos tiempos, y sólo con sus voces se producen unas vibraciones muy fuertes. Mientras toman té tibetano que es de manteca de yak. 
Como el tiempo no está muy lindo pasamos el resto de la tarde en el albergue, charlando y comiendo hasta ir a dormir.
Al día siguiente decidimos volver al monasterio a compartir las oraciones de las 6.30 de la mañana, después desayunar y partir.
16 de septiembre. Tengboche-Dingboche
Después de las oraciones y el desayuno, salimos de Tengboche a las 8.30 de la mañana. El camino también comenzó entre bosques muy lindos, luego se fue abriendo bordeando un río. A las 10.30 hicimos una parada a tomar “black tea” en Shamore a 4010 ms. Con una vista espectacular al río.
Mientras que llegábamos pasó el helicóptero ida y vuelta bien cerquita nuestro entre las nubes y la quebrada.
Después del te reparador seguimos la marcha y tocó el cruce de dos ríos que se unían con una potencia impresionante. Todos los ríos impresionan por la fuerza con la que viene el agua, debe ser por las montañas tan altas. Desde ese momento la vegetación cambió y se volvió mucho más baja, achaparrada y seca.
Antes de las 12.30 llegamos a Dingboche a 4410 ms.
Es un pueblito más sencillo. Mariano dice que así será de ahora en adelante. Cuanto más alto más sencillo. Este albergue es un poco mas rustico con un único baño afuera, pero prolijo.
La verdad que el tiempo está feo, no para de llover durante la tarde y noche, así que no nos queda otra que quedarnos tranquilos aclimatando. Tomamos mate, charlamos mucho, descansamos y elegimos la siguiente comida.
No contamos nada de la comida pero en todos los albergues hay un mismo tipo de menú, y en cada comida elegimos lo que queremos comer. En los desayunos tomamos en general omelete de queso con “tibetean bread” (parecido a una gran torta frita), chapati (como tortilla finita) o tostadas. En las comidas, las opciones son en base a arroz, fideos o pizza, con vegetales y huevos.
La comida típica es el “dal bat” que es un plato que lleva arroz, sopa de lentejas, verduras y a veces papas o carne con curry. En este trayecto no comemos carne de ningún tipo para no correr riesgos. En algunos la pusieron hongos, que recogen en los bosques y vimos a una señora limpiar.
Hoy 17 de septiembre es un día de aclimatación en Dingboche. Estaba prevista una caminata hasta Chumkung desde donde hay una linda vista, pero como el tiempo sigue malo no fuimos. Nos quedamos acá, y a la mañana hicimos una pequeña caminata subiendo 200 ms de desnivel hasta Namgkar Tshang, que nos permitió ver algo y aclimatar. Es impresionante como en todas partes, en todos los caminos está la presencia de las estupas, los muros sagrados y las banderas de oraciones. También hay montículos de piedras similares a nuestras “apachetas” que se forman con las piedras que la gente ofrece.
Por suerte en la mañana hubo un rato de despeje de algunas nubes que nos permitió ver al Ama Dablan de un lado, y el Island Peak y Llotse del otro. Sacamos varias fotos para aprovechar esos momentos.
Todos nos sentimos bien, sin problemas por la altura ni por la comida.   
Mañana salimos rumbo a Lobuche y luego a Gora sherp desde donde iremos al Campo base del Everest y al Kala Patar. Rezamos que mejore el tiempo para poder ver las maravillas de este lugar.

18 de septiembre. Dingboche_ Lobuche
Salimos de Dingboché después de desayunar a las 7.30 hs. hacia la estupa arriba del pueblo. Caminamos subiendo y desde lo alto vimos el pueblo de Periché abajo del otro lado del  río (8.30 hs), continuamos nuestro camino y a las 9.15 paramos a tomar té en Dughla a 4620 ms. Como había un poco de sol lo tomamos afuera y encontramos a Carlos un cordobés que hace 2 años está viajando y carga sus cosas. Muy simpático y volvimos a encontrarlo en los siguientes días. En este lugar el baño era muy especial: externo con caída al precipicio ¡!!!
Nuestro camino siguió en ascenso hasta que llegamos a una zona llamada Thokla Pass (memorial  Stupa) donde hay más de 200 monolitos en memoria de los andinistas muertos en el Everest con placas y banderas de oraciones.
De allí continuó nuestro camino hacia Lobuche bordeando un río, y pasamos el cruce que se desvía hacia Gokio.
En Lobuche (4910 ms) nos instalamos y descansamos para iniciar al día siguiente el camino al Base Camp desde Gora Shep.

19 de septiembre. Lobuche- Gora Shep- Base Camp del Everest
Salimos a las 7.15 rumbo a Gora Shep adonde llegamos a las 9.30 hs. (5140 ms). Tomamos algo y salimos con mucha ansiedad hacia Base Camp. Llegamos a las 12.15 luego de caminar 2 hs. por paisajes increíbles  por el Glaciar de Khumbu. La última parte era todo rocas con cierta dificultad pero lo superamos ¡!! Llegamos al Base Camp del Everest a 5364 ms ¡!! Desde allí se veían las carpas naranjas y amarillas de las expediciones pero no podemos llegar hasta allí.
Llegamos con mucha alegría y emoción: abrazos, lágrimas, fotos, apachetas, piedras: cada uno tenía en su interior sus sentimientos, emociones,  aspiraciones, lo que cada uno trajo desde su lugar ¡!!!!
Nos sacamos fotos con todas las banderas que llevamos, juntamos algunas piedritas, compartimos con otros que iban llegando… sin palabras.  Las fotos quizás puedan mostrar algo más. Para quienes vean las fotos, verán varias banderas: la de Rolo de Mendoza, la de nuestro querido Club Amigos de la Montaña de Salta (CAM), la de Andrean Trips que nos trajo hasta acá, y las del Incucai nacional y de La Pampa, porque Pablo  es trasplantado de riñón, y esto también puede ayudar a crear conciencia sobre la necesidad de donar de órganos.
Vimos pasar el helicóptero de rescate volando muy bajo.
Luego emprendimos la vuelta con mucho frío y una bastante fuerte nevisca. Por suerte habíamos podido llegar y ver esas imponentes montañas, cuyos nombres Dil debe repetirnos a cada rato.
Volvimos a Gora Shep y nos quedamos toda la tarde descansando, al día siguiente debíamos madrugar para ir al Kala Patar.

20 de septiembre. Kala Patar- Gora Shep. Periche
Nos levantamos a las 4.30 para subir el Kala Patar y llegar antes del amanecer. Salimos sin desayunar (aunque muchos creen que tenemos suficientes reservas), e iniciamos el ascenso. Es un ascenso bastante empinado: en aproximadamente 1 ½  subimos 400 ms de desnivel. Era bastante pesado, pero a las 6.29 hs. llegamos a la cumbre del Kala Patar (5550 ms). Para Pablo y para mi nuestra cumbre más alta ¡!!!Fernando se sintió mal y no pudo llegar.
Nos encontramos con el cordobés, la chilena, los españoles, chinos, etc., con quienes nos veníamos encontrando en los refugios, y sacamos las miles de fotos de rigor. Cesar dijo “pongan cara de 1ra foto aunque sea la n° 20 ¡!!” tomamos té que habían subido Lila y Dil y que vino muy bien para el frío del amanecer.
Todos los picos increíbles, a muchos nos sedujo Lingten al lado de Pumori, con una pendiente como de ski impresionante ¡!!!!! Toda la vuelta a la vista uno no se cansa de mirar ¡!!
Lamentablemente teníamos que iniciar el descenso a Gora Shep, algunos lo hacíamos más lento como para retener  esas imágenes.
A las 10.10, después de desayunar partimos desde Gora Shep: pasamos el río debajo del glaciar, los monolitos recordatorios y llegamos a almorzar a Thukla (4620 ms).El dia despejado nos regalaba a cada paso unas vistas impresionantes de las montañas.
Desde allí, por el otro lado del río al que hicimos a la ida, llegamos al pueblo de Periché (4240 ms).
Un camino y un pueblo de ensueño: el río, el valle, las montañas, las pircas, las casitas, los picos que seguimos mirando…
Nos alojamos en un albergue muy agradable donde como todas las tardes completamos el plano de Pablo, hacemos chistes, tomamos mate, elegimos el menú de la siguiente comida…

21 de septiembre. Periché- Tengboché
Con pocas ganas, porque ya estamos en nuestra cuenta regresiva, salimos de Periché rumbo  a Tengboché. Lo hicimos tranquilos, lento, sacando fotos, mirando y mirando como para no olvidar esas imágenes…
Después de 2 hs. de caminata, a las 10.26 llegamos a Pangboché donde tomamos un té. No estábamos cansados pero el té se impone en cada parada. Muchos dicen que no vuelven a tomar té por el resto del año. Ya probamos varios: el negro, el de menta, el de limón, y hoy probé el de rododendros.
A las 12.20 llegamos a Tengboché, después de atravesar un hermoso bosque de pinos  y rododendros, y cruzar algunos yaks cargados, al mismo alojamiento adonde ya habíamos estado.
Después de averiguar que era ´posible un baño “de shower y no de jarrito”, varios tomamos la opción (no sin dudarlo porque la ducha era en el exterior).
Limpios y reconfortados, resolvimos participar de la oración de las 15 hs de los monjes del monasterio de Tengboché.
A la noche comimos y brindamos con cerveza……..un lujo en estos lugares. El clima cambiante nos dio niebla, lluvia y también estrellas.